VIII (Ocho)
Las olas siempre van hasta mí
o yo voy hacia ellas,
y los pies me queman un poco
y la arena se cuela molesta
y siempre hay un granito
que me hace retorcer, cambiar
de rumbo, de paso, de destino,
y por un momento me digo,
¿Y si ya no vuelvo,
y si este es mi último año,
de quemarme los pies
de enterrarme entre voces
entre pilas de voces de gente
entre pilas de gente con voces que ya no?
Este verano, quizá vaya a otro lado
a uno donde la voz no habite
y la feliz no sea solo un nombre,
sino yo.
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